Aquí estamos. En primer lugar siento el retraso de esta Weimar, pero el viernes pasado era el día de la reunificación
de Alemania, y bueno, no hubierón ni cohetes ni nada para celebrarlo, pero todo el mundo se quedo un su casa
viendo los especiales de Tv, incluido el hombrecillo curioso que abre esta sala(porque yo no le he vistohacer nada
más).
La semána pasada hicímos el primer gran viaje a través de Alemánia: Leipzig. Ciudad de Bach y de Maffay y su
enorme dragon de peluche Tubalunga(país de contrastes, Vais pillando el concepto?). Bueno quedamos todos a las
nueve y media de la mañana, pero nada, ya debéis conocer la puntualidad española, y allí casi todos los españoles
llegaron tarde. Y algunos intentando romper el marcador de lo probable, y casi llegan tarde para perder el siguiente
trén que llegaba una hora mas tarde.Pero lo cogimos.
Alemania esta realmente bien para viajar. Hay una cosa que se llama la bhancard. Con ella puedes tú y cuatro
personas viajar con todos los trenes de Alemania durante un día por 30 neuros (6 por persona). Asi que nos
plantamos en un par de horillas en la estación de Leipzig. La estación era enorme , la más grande de europa, nada
menos que veinti-pico vias. Y a la salida un centro comercial enorme. Allí nos pudimos comer nuestra primera
salchicha de Thüringen, que son unas salchichas blancas enormes, realmente buenas. y después ....la ciudad.
La ciudad esta repleta de unos leones de cartón-piedra cada uno pintado de una forma diferente, los hay realmente
curiosos, pero en honor al buen gusto hay que decir que eran todos bastante feos. Nos adentramos en la ciudad y
llegamos a un mercado donde habían unos músicos vestidos con trajes regionales intentando tocar jazz.
La verdad es que el espectaculo era un poco lamentable, pero había una parada de Crepes y medio-comimos allí.
Después continuamos bajando y llegamos a una cafetería detrás de una iglésia. En el piso de arriba de la cafetería
hacían una exposición de la história de la farmacia.Pero no me pregunteis la relación de coneptos entre farmácia y
cafe, eso solo lo saben los Alemanes. En la puerta de la iglésia, un tipo tocaba la flauta, en mi opinión en los dos
sentidos de la frase, asi que nos dieron ganas de cometer un homicídio, pero lo resistimos. Nos sentamos en la
cafetería y una chica nos atendió. Nos saco las cosas y un reloj de arena, para que los que tomaban té, calcularan
el tiempo que tardaba en enfriarse la bebída. Supongo que el nuevo concepto de reloj analógico no lo entendian, ni
mucho menos el de reloj-campanario de 200 metros de altura. La mujer se ve que no nos consideraba como una
mesa lo suficiente lucrativa, así que no nos paraba de preguntar si queríamos algo más, cuando era evidente que no
nos habíamos acabado lo que teniamos , al final pedimos la cuenta. La cosa es que a Rafa le cobraron por el té 4
euros, y vamós la venganza no se hizo esperar y el reloj de arena había desaparecido de encima de la mesa antes
de que nos devolvieran el cambio.
Nos levantamos y nos largamos a ver la estatua de Bach que había delánte de la cafetería. Nos hicimos unas fotos y
nos enteramos que alli estaba la tumba de Bach.Era de cajón, había un cadaver y encíma famoso, teníamos que
acabar acudiendo como un imán. Vale el cuerpo no estaba muy fresco, vale, realmente les había dado tiempo
de montar una tienda de recuerdos alrededor de la iglesia, pero era un cadaver famoso.
Mientras yo estaba trasteando en la tienda de recuerdos apareció la mujer de la cafetería. Y nos dijo que sabía que
nos habíamos llevado el reloj de arena,: mis compañeros le dijeron que no. Y ella , como el resto de alemanes haría,
nos dijo educadamente que sería un detalle que lo devolvieramos la mesa y se fué.
En España hubiera habido sangre. Pero aquí simplemente se limito a darnos un consejo de educación.
Dimos otra vuelta y llegamos a un sitio donde había una iglésia Gotica enorme medio restaurada. Habían sustituido
algunas de las gargolas por gargolas nuevas de metal que se habían oxidando cogiendo un tonillo verde.
Entramos. La catedral por dentro estaba en una fase de reconstrución extraña. Y la habían habilitado para que
fuera una guardería. Asi que en las paredes habían lienzos enórmes de pinturas contemporaneas y un montón de
niños disfrazados de ratas.Solo entrar los niños se nos quedaron mirando y continuaron a los suyo. Que infáncia
ser un nino rata en una iglesia gotica.... Nosotros miramos un poco la iglesia y salimos. Y al salir vimos un
hombrecillo bastante curioso en un banco. El hombre estaba hablando solo, y después empezaba a hacer
"uuuuuhhhhh""uhhhhhh". Yo le dije a Carmen : "Hagas lo que hagas por nada del mundo mires a tu derecha" y ella
claro miró. Y se vió al hombrecillo haciendo uuuuuuh con la cabeza hacía arriba y se puso a reir. Al ratito el hombre
se levanto y se puso con los pies de puntilllas y se fue con sus uhhhh. Entónces yo hice el diagnóstico: Es un
hombre con doble personalidad; una es un hombre y la otra una gallina.
A la tarde nos volvimos a Weimar. En una estación nos encontaramos a un hombre gordo con un gallato que nos
pregunto de donde eramos, y le dijimos que españoles e italianos. El hombre se empezo a reir y a hacer España
ole!!!!Un tio mu majo.
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